¿Castigos y consecuencias?
Una mirada más profunda
CASTIGOS
• El castigo generalmente, no tiene relación con el comportamiento (retirar privilegios, enviarlo al cuarto, tiempo fuera, etc.) El castigo no estimula al niño a modificar su conducta por conciencia propia, sino por miedo al castigo. Esto a largo plazo, estimula a mirar siempre lo que se va a recibir o lo que se le va a privar por su comportamiento. El enfoque de castigo, no enseña herramientas ni a corto ni a largo plazo, no da herramientas de búsqueda de soluciones, ni ayuda a bajar la frustración del niño.
CASTIGO FISICO (golpes, pellizcos, palmadas)
• No fomenta respeto, ni admiración por la autoridad; por el contrario, genera miedo y resentimiento ya que es impuesto desde una posición de poder y fuerza física del adulto. Generalmente el castigo es impuesto cuando el adulto pierde su equilibrio y se encuentra extremadamente molesto y poco regulado, lo cual genera en el niño estos mismos sentimientos o incluso, peores. Otras ocasiones es impuesto por el adulto, cuando este no tiene otras herramientas para regular a su propio hijo, en este último caso, le privamos al niño de recibir el ejemplo, con adecuadas prácticas de resolución de conflictos, no con la fuerza, no con el poder, no con el miedo. El castigo físico ocasiona baja autoestima, porque el niño se “cree” merecedor del mismo, puede permitir que otros utilicen la misma forma a futuro o puede él también usarla con pares.
CONDICIONAMIENTO
• Condicionar al niño para que se comporte “bien” por complacernos como padres, o por recibir nuestra aprobación o amor, no es recomendable, sino explicarles porque razón deben actuar de una u otra manera.
o Por ejemplo: explicarle que algo no se debe hacer porque hace daño al resto, o a él mismo.
CONSECUENCIA NATURAL
• Cuando se permite que el niño tenga una consecuencia natural sobre su acto, la relación es directa y el niño aprende a regular su comportamiento por conciencia de lo que es adecuado hacer, por él o por el resto de la comunidad, no por algo externo.
• Las consecuencias por un comportamiento inadecuado deben plantearse o comunicarse ese rato. Los niños deben saber y sentir de primera mano, que sus acciones tienen consecuencias en él y en los otros. Es recomendable que la consecuencia no agreda al niño, sino que lo enseñe la causa y efecto de sus actos.
o Por ejemplo. Si lanzó el helado porque estaba enojado, lamentablemente se queda sin comer helado; si pega a otro niño, le explicamos que el otro niño está dolido y probablemente no querrá jugar con él, dejamos que la consecuencia natural del rechazo del niño agredido haga su trabajo. Si grita a su mamá, mamá debe mostrarse apenada y dolida por sus hirientes palabras y expresarlo con determinación, pero no forzar al niño a pedir disculpas, solo comunicarle los sentimientos genuinos de las personas afectadas.
Luego de un comportamiento inadecuado, es importante volver a confiar en nuestro hijo, no alimentar nuestro resentimiento o vergüenza por sus acciones, él necesitará una segunda oportunidad.
ENFOQUE EN CRISIS
Siempre se debe, ser empático y buscar soluciones, para dar herramientas al niño, para que él lo haga por sí mismo en futuras ocasiones:
- Calmar al niño.
- Entender lo que sucedió.
- Identificar la emoción del niño (rabia, frustración, tristeza, sueño, celos).
- Ser empático con él, porque él está frustrado, aunque su comportamiento sea inadecuado. (entiendo que estés molesto, entiendo que estés frustrado).
- Explicarle que eso NO es una opción y buscar soluciones (que pegues a tu hermano NO es una opción, porque hace daño, ¿cómo podemos remediarlo?)
Todo lo enseñado con amor y respeto, fomenta amor y respeto.